De nuevo Virtua Tennis. Y ya son cuatro entregas. Parece que no ha pasado el tiempo desde que en 1999 Sega nos brindó la oportunidad de agarrar nuestra raqueta y desafiar a los mejores tenistas con una jugabilidad nunca vista y un entretenimiento mayúsculo. Sin embargo ya hemos abrazado la primera década del nuevo siglo y Sega nos presenta prácticamente el mismo juego.
Y no decimos esto porque no nos guste el juego o no lo hayamos gozado con sus, no muchas, nuevas opciones. Lo decimos principalmente porque no ha variado demasiado con respecto a sus predecesores y porque en la actualidad es muy alta la oferta de videojuegos de tenis, algunas muy buenas. Podríamos decir que es un problema de falta de desarrollo.
La sencillez de sus controles lo convierte en un juego muy práctico y apto para cualquier usuario, pues solamente usaremos dos botones; pero quizás este es el principal problema, se han quedado anclados en el tiempo y eso perjudica a Vitua Tennis 4 frente a juegos que son auténticos simuladores de este deporte, por no hablar de ciertos errores en el golpeo. La novedad que nos aporta para evitar las estrategias repetitivas son unos golpes especiales que realizaremos al rellenar nuestra barra azul especial.
Lo mejor de esta entrega es sin duda su cantidad de modos de juego, que compensan con creces los problemas antes descritos. A los ya conocidos de Arcade, Exhibición y Multijugador, se le suma el nuevo sistema de Carrera, que nos sitúa en un tablero en el que elegiremos no sólo los destinos deportivos, sino que además se incluyen toda una suerte de pruebas y minijuegos que lo convierten en algo más que adictivo.
Por último decir que la adaptación a los mandos de movimiento no es nada mala, pero han limitado mucho sus posibilidades. Por lo demás se puede decir que el apartado gráfico es resultón pero sin grandes alardes y que el sonido es flojillo. Se puede decir que a Virtua Tennis le está pasando en el tenis lo que a Pro Evolution Soccer le pasa en el fútbol.