Bienvenidos a Dead Rising 2, secuela del afamado Dead Rising: en este juego la expresión “si funciona para que vas a cambiarlo” se cumple de maravilla. La fórmula mata-mata será la norma de esta aventura de acción en mapa abierto. Una serie de mejoras graficas y armamentísticas harán las delicias de los aficionados a las carnicerías. Aunque su desarrollo argumental no nos parece tan brillante como la primera entrega.
Esta vez seremos Chuck Greene, autentico campeón de motocross, cuya hija ha sido infectada. Deberemos ganar dinero, en Fortune City, copia de Las Vegas, para conseguir el zombrex, una medicina que evitara la mutación. Para ello acudirá a un reality de matar zombis. La situación se torcerá y una horda de zombis se escapa recayendo las culpas sobre Chuck, que mientras intenta limpiar su nombre tendrá que evitar que su hijita no se convierta en un aterrador muerto viviente.
Deberemos recorrer un centro comercial repleto de zonas que harán variado el contexto del juego. En ellas encontraremos numerosísimos zombis que merecerá la pena matar, aunque solo sea por las armas. Estas, cómicas en la primera parte, en esta entrega serán clave, ya que se nos permitirá construir auténticos artilugios de muerte. Con ellos tendremos que realizar misiones de salvamento, o buscar la medicina para su primogénita, salvar su reputación o atender nuestra radio para hacer frente a diferentes maniacos que campan a sus anchas, única dificultad del juego, ya que dichos enemigos serán realmente duros.
La diferencia con el primer juego será un modo multijugador del que hay que decir que no es muy completo. Se incluye un modo cooperativo y una serie de minijuegos para competir con hasta 4 contrincantes con el fin de ganar dinero y PP para la campaña principal.
En definitiva, Dead Rising 2 es un juego muy aconsejable, pero también hay que decir que es más de lo mismo dejando claro que han mejorado el original. No se merece la gran acogida, por la novedad, que supuso el Dead Rising de Xbox.
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